GUILLEM TRABAL

​

* Conclusiones de la tesis final del Máster en Antropología Urbana.

 

  

 

Dentro del mundo del hockey patines se tiene considerado y valorado al portero como la figura más determinante. Esta característica, juntamente con la de ser un jugador especial y diferente, es la que define con mayor exactitud la identidad de nuestro protagonista.  A continuación se detallan algunas de les características que de forma más exacta definen y diferencian el portero, la gran mayoría de éstas provienen de la tradición popular del hockey patines que ha ubicado y caracterizado el portero.

 

Importancia dentro del equipo

 

   Tienen una gran importancia dentro de este deporte y su actuación tiene una influencia muy estrecha con el rendimiento del equipo. Se habla que el portero es entre un 50% y un 80% del equipo, con este dato ya nos podemos hacer una idea de la gran consideración que tiene. En el hockey patines el portero se utiliza como un comodín que permite justificar todo lo sucedido en el transcurso de un partido o una competición, lo podemos considerar un “hecho social total” ya que su actuación puedo ser la explicación de todos los acontecimientos del hockey patines: victorias y derrotas. Folguera (2000,p.13) en su libro deja claro que: “La gran mayoría de entrenadores asume que el éxito de su proyecto deportivo pasa por tener bien cubierta la portería”. Otras frases típicas que escuchamos en nuestro deporte y que nos ayudan a comprender esta idea son las siguientes:

 

            “En alta competición, con partidos igualados, el portero suele decantar la balanza”

               “Este equipo si no fuera por el portero no estaría donde está en  la clasificación”.

               “Si cambiáramos los porteros hubiéramos ganado el partido.”

               “Hemos perdido el partido porque el portero no nos ha parado”.

 

   Su función es muy complicada porque de su rendimiento depende el equipo, a él no se le permiten errores y cuando tiene alguno nadie lo puede solucionar, como si puede hacer el portero con los errores de sus compañeros. Folguera dice: “... un error del guardameta acostumbra a ser irremediable. Esta es la relación amor y odio que se establece con el portero. En definitiva, la grandeza de ponerse bajo los palos” (Folguera,2000: 15). Todo esto tiene como consecuencia que tengan que actuar bajo una enorme presión puesto que el éxito o el fracaso están a la vista de todo el mundo. Hay dos frases de entrenadores de futbol que ayudan mucho a identificar esta idea en el hockey patines:

​

             “Los goles se los hacen al equipo, pero el vencido es el arquero."  Juan Sasturain (futbol)

​

             "El futbol es un deporte de equipo hasta que el portero comete un error y entonces se convierte en un deporte individual." Alex Welsh (futbol)

 

 

Juicios a los porteros

 

   Los elementos cuantitativos adquieren mucha importancia a la hora de hacer un análisis y una valoración de la actuación de un portero. El número de goles encajados, la victoria o derrota en un partido o el éxito o fracaso en una competición son los elementos que la gran mayoría de personas utilizan para objetivar las actuaciones de los porteros. Para demasiada gente la traducción es muy simple y pobre: pocos goles encajado= buena actuación, derrota en un partido= mala actuación, victoria en un campeonato= buena actuación… Digo la gran mayoría de las personas porqué los propios porteros no utilizan tanto estos criterios para hacer juicios, para ellos la actuación de un portero depende de la aportación colectiva de todo el equipo y aun reconociendo que son un elemento clave en el equipo, que puedan llegar a ser determinantes, prefieren utilizar otros criterios más cualitativos para hacer valoraciones de los porteros, tienen un punto de vista diferente que les permite no limitarse a juzgar sus actuaciones por la cantidad de goles recibidos o por el resultado final.

 

   Un elemento muy utilizado para catalogar la calidad del portero hace referencia a la seguridad que transmite, en la gran mayoría de definiciones que acompañan a las descripciones de los grandes porteros siempre está asociado éste concepto:

​

        “Un portero, por encima de todo tiene que ser seguro. Más allá de la calidad o las características del portero  creo que es tanto o más importante que se muestre seguro de él mismo y que      transmita seguridad al resto de compañeros, puesto que si no es así, los compañeros no confiarán en él”

​

       “Es el mejor porque da la sensación que no le puedes hacer goles”

 

 

Identidad del portero

 

   Más allá de las características individuales de cada portero, únicas e irrepetibles, la identidad de éste tiene un fuerte carácter colectivo puesto que hay una fuerte tendencia a percibir y describir a todos los  porteros de la misma forma.  La característica del rol del portero y de su identidad como componente del equipo está creada a través de la diferencia, con decir que éste es “diferente” y “especial” ya se tiene definido en gran medida el portero de hockey patines. En muchos aspectos los propios porteros se sienten diferentes a sus compañeros y éstos a la vez los perciben como diferentes.

 

     La diferencia del portero viene determinada desde dos ámbitos, por un lado es el reglamento del propio deporte el que lo diferencia de los demás, por el otro lado  es la cultura popular del hockey patines la que lo diferencia de los jugadores, ésta les tiene reservados unos rasgos de identidad que siempre han ayudado a consolidar unos significados simbólicos que han permitido describir a los porteros como personajes únicos y raros dentro de éste deporte. Con el tiempo han quedado fijados unos adjetivos que van asociados a la figura del portero (muchas veces el portero no se siente identificado ni representado por estos adjetivos), los más importantes y utilizados son aquellos que catalogan a éste como diferente, extraño, raro, loco, solitario, perezoso…

 

   Su forma de ser es un factor importante en la definición de la figura del portero, a la hora de concretar muchas de las características deportivas de éste se utilizan elementos que están más asociados a la personalidad que éste tiene sobre la pista y no tanto a sus habilidades y características técnicas, algunos de éstos son: sangre fría, autocontrol, seguridad, calma, no tener miedo, capacidad de transmitir seguridad, concentración, capacidad de decisión, determinación, perseverancia, mentalidad fuerte para no decaer después de un error...

 

   Hay una última característica muy exclusiva y peculiar que es de gran significación en la formación de la identidad del portero, ésta es la de ser visto como un personaje extraño, con toques de locura. Definir el portero como un loco es uno de los adjetivos que pocas veces faltan a la hora de describirlo. Para quién no es portero esta locura es justificada por la peligrosidad física de ponerse bajo los palos a recibir pelotazos, para el portero la locura es la de aceptar la responsabilidad de ser determinante dentro del equipo y de tener la función de más riesgo. Un gran portero de hockey patines nos describe su experiencia personal en relación al concepto de locura: “Los porteros tenemos una cosa que un jugador de pista difícilmente tiene, los porteros podemos pasar por instantes de miedo: miedo al fracaso, miedo a no parar la pelota, miedo a no estar a la altura de las circunstancias.  Para mí el concepto de loco no es el de ser una persona irracional sino de la responsabilidad que se tiene que asumir, es esto lo que le hace diferente”.

 

 

Cooperación entre porteros y visión particular

 

  Es evidente que  la forma como el portero comprende, entiende, vive y juzga su actuación y su rol no concuerda con la forma que lo hacen los jugadores/entrenadores/aficionados. Los puntos de vista entre porteros y jugadores suelen ser distintos, algunos de éstos ya se han tratado (la locura o la valoración de la actuación de un portero).

 

   En el hockey patines existe una tendencia generalizada en la que los porteros crean lazos de solidaridad, entre ellos hay una “conciencia colectiva” que permite encontrar identificación en el grupo de porteros, este hecho es debido a la  comprensión mutua por haber compartido sensaciones y experiencias exclusivas, todos tienen un conocimiento profundo de lo que implica ser portero, un conocimiento muchas veces incomprendido por los demás.  

 

       “Hay corporativismo porque estamos solos, si no nos “apoyamos” entre nosotros nadie lo hará, en un equipo son 8 jugadores pero sólo dos porteros, con el portero tenemos más afinidad, somos como una familia” Portero

       “Cuando hay situaciones dentro de la pista le pido al otro portero porque yo sé que piensa como yo” Portero

       “Es mucho más fácil que yo entienda la soledad del portero hablando con otro portero” Portero
       “Situaciones y sensaciones que si no las has vivido es difícil de entender” Portero

       “Los porteros están hechos de una pasta especial que se defienden entre ellos, el portero siempre saldrá a defender los otros porteros aunque ni se conozcan” Jugador

 

     

​

 

 

 

Paradojas del portero

   En torno al portero se viven unas paradojas interesantes en relación a la gran consideración que tiene esta figura. Por un lado es el más valorado en cuando a importancia dentro del equipo, sobre el recae la mayor responsabilidad pero resulta que por el otro lado es una figura muy descuidada en su formación y preparación. La gran mayoría de entrenadores desconoce de forma clara y eficiente como se tienen que tratar los porteros y demasiados equipos no tienen personas especializadas para entrenarlos. Además la gran mayoría de entrenadores ni se interesan en mejorar sus conocimientos para atender mejor a las necesidades del portero, el entrenamiento de porteros en alto rendimiento queda muchas veces en las manos de los propios porteros.

 

       “Tenemos que ser justos con el portero, no se le puede pedir que haga cosas que no ha entrenado”. Lluís Llopis (futbol)

       “El portero recibe la importancia que le damos, pero sólo tiene la que le dediquemos” Franz Hoek (futbol)

       “Es difícil entrenar a un portero si no lo has sido, pero es mucho más difícil, si no te has preocupado de aprender para enseñarlo” (González, 2011: 13)

 

   Otra paradoja hace referencia a la relación entre importancia y aptitudes previas requeridas para ser portero. Se acepta que el portero es decisivo y determinante pero pocas veces dejamos que los principiantes más destacados en nuestro deporte ocupen este puesto bajo los palos, y no solo esto, muchas veces hacemos lo contrario, se escoge para el puesto de mayor riesgo y  mayor importancia a aquel niño/a con menos aptitudes para el deporte. Otro gran portero manifestaba sus inicios como portero de la siguiente forma: “Elegí ser portero porque era gordito, no sabía patinar y me pusieron obligatoriamente”.